21/5/12

L’ajuntament de BCN persegueix amb duresa el ciclista i fa la vista grossa amb l'automobilista

Curiosa forma d’entendre una ciutat més sostenible, sana, neta i cívica. L’ajuntament està començant a multar els turistes si no acompleixen estrictament amb la normativa per a bicis, però segueix sense dir res a les furgonetes que aparquen en doble i triple fila, als motoristes que envaeixen el carril bici, als autobusos que contaminen més del permès, als taxistes que s’aturen en sec o giren sense posar intermitents o als vianants que passegen (i fan cagar el gos) pel bell mig dels carrils bici.
Als turistes que van en bici per Barcelona els haurien de donar un premi per sobreviure a tot això a més de fer-ho a: carrils bici que s’acaben enlloc, falta de senyalització, ciutadans agressius tant amb els ciclistes com amb els ‘guiris’ (això és doble premi), locals públics que prohibeixen les bicis, polis ignorants de la ciutat i mal educats en l’atenció al públic……

Aquest article de Blanca Cia a El País (que us mostrem resumit) explica el què fa al cas.


Un grup de turistes fen un bici-tour al port de BCN

El ‘biciturismo’ va a más 
El Ayuntamiento anuncia mano dura si se monopoliza el espacio público

Barcelona tiene una flota de 2.300 bicicletas que utilizan miles de turistas, especialmente en el centro histórico —Gòtic, Casc Antic, Rambla— la Sagrada Familia, Casa Batlló y Pedrera y todo el frente marítimo. Hasta hace pocos años, había una decena de empresas, ahora son más de 20.
Bicicletas rojas, naranjas, verdes, negras que son alquiladas a turistas que suelen hacen recorridos de unas tres horas de duración. Pueden ir con guía o no. “Cuando van con guía la corrección en el uso de la bicicleta es más seguro que cuando van por libre. Normalmente, evitamos las calles más concurridas del centro y si hay peatones bajan y van a pie. Y en las paradas para las explicaciones en los lugares de interés se hace con cuidado de no obstaculizar el paso a los peatones”, explica Esther Boada, la presidenta de la asociación Bicitours de Barcelona y que está al frente de Un cotxe Menys, una de las empresas más veteranas en el negocio del alquiler de flotas y organización de paseos por la ciudad. Boada representa a la asociación en la comisión cívica de la bicicleta, que sienta al sector de la bici con los técnicos municipales. Y por eso le sorprendió una carta que recibieron las empresas de los ciclotours del Ayuntamiento en tono conminatorio. El Consistorio ha decidido aplicar la mano dura cuando descubra a grupos de turistas que circulan mal o se paran frente a los lugares de interés monopolizando el espacio público. Las aceras del paseo de Gràcia frente a la Pedrera y los alrededores de la Sagrada Familia son los ejemplos más recurrentes de estos comportamientos, junto con las callecitas del barrio Gòtic.
“Una cosa es advertir a los que van mal y otra multar sin motivo como ya ha pasado en dos ocasiones”, se queja Boada. Se refiere a dos multas que impuso la Guardia Urbana a dos grupos de ciclotours el pasado jueves. Uno estaba en la plaza de Sant Jaume, todavía sin salir, de pie y con las bicicletas al lado y el segundo fue sancionado cuando circulaba por la calzada de La Rambla. “Les dijeron que les multaban porque se habían prohibido los ciclotours y les obligaron a regresar a los locales caminando con las bicis”, añade Boada. Las multas fueron retiradas horas después por la protesta de las empresas afectadas. Un portavoz municipal, sin embargo, negó esta versión. “Las multas fueron retiradas de oficio porque se produjo un error”, dijo.

1 comentari:

  1. I si al "què" li afegim el "com": la xuleria creixent desl municipals...
    Exemple: Major de SArrià ha deixat de ser una carrer pacificat (zona 20?) amb accés rodat exclusiu per a veïns. Ara torna a ser una selva. Furgonetes sobre la vorera. 3 Municipals que passen al costat i ni s'immuten. Els adverteixo del fet. Quasi m'empaperen per gosar indicar-los la seva feina.. Quina pena.

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